Una de las mejores cosas de esta zona es que, a medida que se acerca el final de cada año, el cielo se vuelve cada vez más interesante. Al salir a la terraza, me encontré con este cielo de aspecto recargado. Las montañas alteran la presión atmosférica a medida que la brisa lo empuja hacia arriba y hacia abajo, creando un tapiz de nubes arremolinadas.
