Esta sesión fotográfica fue un proyecto con un enfoque ligeramente diferente a nuestras sesiones habituales para venta o alquiler. La clienta se mudaba de su casa, su hogar durante muchos años, y quería un portafolio de imágenes como recuerdo. El momento tenía que ser el adecuado: antes de que se empacaran todas las pertenencias, en un día con buena luz. A pesar de ser una sesión a principios de año, tuvimos la suerte de contar con un día de cielo azul intenso. De hecho, el cielo era tan azul que tuvimos que atenuarlo en la edición, ya que su color vibrante podría parecer artificial.

La propiedad constaba de la casa principal de la clienta y una casita en el terreno. Ambas casas estaban llenas de color y personalidad, lo que facilitó encontrar tomas un poco originales y poco comunes, además de las clásicas imágenes de las habitaciones. Pudimos capturar algunos momentos con los gatos de la clienta, lo cual fue una grata sorpresa para nosotros, ya que no solemos fotografiar mascotas.